Fin de semana familiar I

El sábado me levanté un poco más tarde que entre semana, pero todos hacemos un poco más el vago ¿no? que para eso no hay que ir a trabajar! Ricky como el fin de semana anterior, se había quedado a dormir. Eric dice que si por el fuera viviría con ellos porque aquí vive como un rey. Yo también querría vivir en esta casa si fuera el la verdad,jeje. Cuando llegué a la cocina Sandra y Eric iban también a desayunar. Ricky, sin embargo llevaba ya una hora pegado a la tele viendo dibujos animados. No me dijo ni buenos dias cuando me vió.

A las 12.00 me fuí a dar un paseo aprovechando el buen día que hacía y cuando volví Sandra y Eric ya estaban a punto de marchar. Tenían una comida en el club de pesca para la entrega de premios de los bolos, si entendí bien. Sandra nos hizo para comer unas magdalenas vegetales que estaban exquisitas!¡Nunca las había probado antes!

Así que Ricky y yo nos quedamos solos. Cuando llegó la hora de comer ya tubimos nuestro primer episodio... Fui a la despensa y vi la caja de Ferrero Rocher abierta y con un bombón fuera. "Que raro"pensé, cogí la caja y la guardé en la balda de arriba. Ricky cogió dos magdalenas y le vi que iba a la despensa. Se quedó quieto, mirando a la balda de arriba, y a la encimera repetidas veces, donde se suponía que estaba antes la caja de bombones. ¡Amigo!Ya se quién había sido... Me miró y empezó a reirse: "Oh, man, Oh man". Le dije que no iba a comer bombones, que Sandra no le dejaba comer chocolate, asi que no me discutió, pero luego cuando yo estaba con la guardia bajada, se comió uno que le pillé!El listo de él dejo el papel del bombón en la alfombra tirado... menuda forma de ocultar la prueba.

Luego jugamos una partida a Scrabble y está claro que Ricky con sus 14 años y medio (eso dice el, jajaja) no tiene la misma paciencia que Sandra. Cada vez que tardaba en pensar la palabra se tiraba sobre la mesa y hacia una genial actuación de "voy a morir del aburrimiento". Bueno, por mucha actuación le pegué una paliza increible y le gané por 30 puntos,já.

Para las 16.30 Sandra y Eric volvieron en mi salvación. Nos dijeron que en una hora nos marchabamos porque ibamos a ir a cenar al famoso Fish&Chips de Manganui. Pasamos a buscar a Joey que se animó a venir también y pasmos un segundo por la tienda de frutas y verduras a hacer una compra express de última hora. Después de esto, pusimos marcha a nuestro viaje...

Tardamos media hora entre una cosa y otra. Eran las seis de la tarde y no se veía más que la carretera iluminada por las luces del coche. Estaba negro negrísimo, daba miedo!

Cuando llegamos a Manganuy el sitio estaba a tope. Debe ser muy conocido, no tanto quizás por la calidad sino por el lugar y por los años que llevan a su espalda de negocio. Tienen una terraza cubierta de madera con bancos en los que por el día se ve el mar, es como un dique, hay que ir abrigados porque por debajo tienes el mar.

Pedimos pescado con patatas para todos, esperamos a nuestro turno y cuando se escucho el piiii, Ricky apareció con cuatro papeles de peródico gigantes, en los que estaba la cenita.

Comimos bien, acabamos llenísimos con tanta patata, pero el pescado, la fritura era demasiado grasienta. Pero bueno, por probarlo una vez ha estado bien, no lo voy a comer todos los dias, esta claro! Los chicos se cogieron un helado pero porque son sacos sin fondo, nosotros no quisimos nada más. Al salir dimos un paseo por el puerto, que estaba oscuro y tranquilo. Estos pasaban de andar y se quedaron en el coche comiendo el helado asi que yo estube con Eric que me contó cosas del lugar y de las estrellas. El cielo estaba completamente lleno de estrellas. Fue increíble, hacía mucho que no veía algo asi, mucho tiempo.

A la vuelta dejamos a Joey en su casa y Ricky se vino con nosotros pero sólo hasta la mañana del día siguiente que se lo llevaron de vuelta a su dulce hogar.

Nos fuimos inmediatamente a la cama puesto que al día siguiente tocaba día duro, lleno de enanos y no tan enanos a pasar la tarde:)

Mañana me voy a casa de Lizz, la madre de Clive a pasar el fin de semana, espero que allí tengan conexión a Internet mis queridos lectores para poderos seguir relatando mis historias. De no ser así, entonces tendré que despedirme hasta el domingo o el lunes. A ver como veo la cosa...

Disfrutad mucho del fin de semana camaradas.

Desde el pacífico os digo adios por el momento.

Un beso enorme.