domingo, 26 de junio de 2011

Los días pasan

Pasan y muy rápido. Ya llevo un poco más de dos semanas en Nueva Zelanda y la verdad es que no saco tiempo para aburrirme.
Lo primero, disculparme por haberos dejado sin post durante tanto tiempo. No es que no haya tenido nada interesante por contar, todo lo contrario, no hemos parado y cuando sacaba un minuto lo único que me apetecía era descansar. Pero ya estoy de vuelta para deleitaros con mis intrépidas aventuras.

El tiempo por aquí no esta mostrando su mejor cara, más bien me esta volviendo un poco loca porque tan pronto hace un sol espléndido como te das media vuelta y diluvia. Pero le estoy pillando el truco y se cuando aprovechar los momentos de sol para salir a dar una vuelta por los alrededores.
La farmacia AMCAL sigue como siempre. Mis tareas son muchas y variadas, tan pronto cuento productos como pongo etiquetas o sello documentos. Me hace mucha gracia porque en vez de una farmacia eso parece la plaza del pueblo. La gente se sienta, lee una revista (pues hay un cesto con revistas y banquitos), toma su bebida y charla tranquilamente. Además como casi todos se conocen entre ellos pues estan tan agusto, ala.

El martes de esta semana comenzó entretenido. Estube destrozando documentos durante un buen rato con la trituradora. Era divertido, la maquina se comía todo a toda velocidad pero era un rollo porque se llenaba enseguida y había que vaciarla. Luego me mandaron otra cosa. Tienen en una caja un montón de pastillas que la gente les devuelve y hay que sacarlas de los plasticos en los que vienen, por lo que me pase sacando pastillitas con los dedos por lo menos media hora hasta que me dí cuenta de que estaba sangrando de los dedos gordos, entre la uña y la carne, por dentro... del movimiento de empujar las pastillas, se me había abierto. Me quedaron muy monas las tiritas en los pulgares:)
Como ya no podía hacer ningún otro trabajo de alto riesgo Sandra me mandó contar stock hasta que nos fuimos.

A la mañana, antes de entrar a la farmacia, como cada mañana dejamos a Ricky y Joey en el cole. Joey había hecho un trabajo en plastica que estaba en el tapiz de su clase asi que fuimos con él a su clase para que nos lo enseñara. Tiene 10 años asi que calculo que estará en los últimos cursos de primaria. Al entrar en la clase todos los niños nos saludaron y me dí cuenta de cómo la niñas me miraban y señalaban. Sandra las saludó a todas, recibiendo un "Hello" a coro. Yo notaba las miradas clavadas en mua. Entonces le preguntaron a Sandra (estando yo delante claro) : "¿Quién es, quién es?". Sandra me presentó y tuve que hacer una demostración de mi castellano a petición popular ;P. Seguido de esto, la que parecía la más espabilada le dijo a Sandra "Oye, ¿Cuantos años tiene?". Sandra le pregunto entonces, ¿Cuantos años crees que tiene?". En ese momento todas se miraron entre ellas, como buscando aprovación. Yo esperaba su veredicto impaciente y para mi sopresa, tras la aprobación entre ellas escuche:"...eh,...¡doce!". Sandra y yo no podíamos con la risa. ¿Perdón? Vale que sea pequeña pero estas niñas son miopes. Pues tendríais que haber visto sus caras cuando Sandra les dijo que estaba a punto de cumplir 21. =)

A parte de este gracioso incidente el día transcurrió con normalidad. Le estuve enseñando a Sandra fotos de Bilbao y de los incidentes en Barcelona. La estoy poniendo super al día de todo lo que pasa por allí porque en los periódicos apenas hablan de España salvo pequeñas columnas.
A las 17.00 Sandra se marchó a un pueblo que esta a hora y media en coche a hacer su Marching ( una especie de escenificación grupal a modo de marcha militar, me estuvo enseñando videos). Me quedé sóla hasta las 19.00 que vino Eric. Después de la cena charlamos un montón hasta que vino Sandra.

No hay comentarios: